Tengo 26 años, pero admiro mucho a las mujeres maduras. Aquí me encuentro con mi profesora una bella dama madura qué siempre desea todo de mi. Jamás podré decirle que no a mi maestra, ella es tan hermosa por fuera como por dentro, desde que nos conocimos supimos que juntos seríamos muy felices, ella me entrega su amor así de cuatro, mostrándonos a todos que tienes un hermoso, delicioso y lampiño potazo. Como buen alumno debo siempre aguantar hasta que ya no pueda soportar tremendo corazón cabalgando encima de mi, esto es algo que solo pocos peruanos tenemos el prestigio de disfrutar y aprovechar.